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El poder de las soft skills en la era de la IA

En los últimos años, la inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta cada vez más presente en nuestro día a día. Y esto es solo la punta del iceberg, las posibilidades de esta herramienta son exponenciales.

Sin duda, el futuro puede dar cierto vértigo. Cuando nos enfrentamos a algo desconocido que tiene el potencial de crear nuevos paradigmas tan disruptivos, siempre existe el miedo. ¿Desaparecerán muchos puestos de trabajo?, ¿Será la inteligencia artificial capaz de hacer lo mismo que los humanos?

En este sentido, es importante situar el papel de esta herramienta dentro del contexto organizacional: la inteligencia artificial tiene un papel fundamental como acelerador de procesos y como herramienta para mejorar la eficiencia de muchas funciones. Aunque el ingrediente secreto es y seguirá siendo siempre el talento humano. 

Cuando imaginamos un mundo de inteligencia artificial lo que seguro que no vemos es un escenario de robots hablando con robots. De compañías sin equipos. De experiencias hiper robotizadas. No hay que olvidar que detrás de la inteligencia artificial están las personas. No hay que olvidar lo esencial.

Al fin y al cabo, es un truco de magia. Cuando interactuamos con herramientas como chat gpt sentimos que razona, piensa e incluso siente. Sentimos que hablamos con una persona. Pero en realidad es un modelo de lenguaje: no esperemos que empatice ni que haga una excepción. 

Lo que sí imaginamos es un uso de la herramienta para mejorar procesos, de evolucionar dinámicas y flujos y que nos ayude, por ejemplo, a generar experiencias más personalizadas. Imaginamos una inteligencia artificial que le haga la vida más fácil a las personas.

Y el papel de las organizaciones es el de acompañar a los equipos en este cambio.

Cómo empoderar a los equipos para afrontar el cambio

Cuando planeamos una hoja de ruta que empodere a los equipos para afrontar los cambios que nos depara la tecnología, es probable que lo primero que pensemos es en una formación más orientada en habilidades técnicas. Si queremos que sean capaces de sacarle partido, ¿sería lo lógico, verdad?

Sin duda, para entender la tecnología e integrarla en nuestro día a día laboral, comprenderla es importante para sacar todo su potencial. Sin embargo, existen otras habilidades mucho más profundas que son un verdadero acelerador de transformación: las soft skills.

Éstas son habilidades transversales que nos ayudan a vivir el cambio, son el aceite que necesita un engranaje para que todo funcione y las que permiten que las organizaciones sean comunidades alrededor de un propósito, que se transformen y que crezcan.

¿Y cuáles son las soft skills clave en un contexto de transformación? Estas son algunas de las que consideramos imprescindibles:

  • Resiliencia: La capacidad de adaptarse y recuperarse rápidamente ante las dificultades es fundamental en tiempos de cambio y transformación.
  • Liderazgo Transformacional: Los líderes transformacionales son aquellos que inspiran y motivan a sus equipos a superar sus propios intereses personales para el bien del equipo y la organización.
  • Creatividad e Innovación: En un mundo en constante evolución, la capacidad de pensar de manera creativa e innovadora es crucial para mantenerse competitivo.
  • Inteligencia Emocional: La habilidad de entender y manejar nuestras propias emociones y las de los demás es clave para manejar el estrés, la toma de decisiones y las relaciones interpersonales.
  • Comunicación Efectiva: La habilidad de comunicarse de manera clara y eficaz es esencial para gestionar el cambio, resolver conflictos y mantener a los equipos alineados.

Así, las organizaciones que invierten en la creación de espacios de desarrollo de estas habilidades en sus equipos no solo están invirtiendo en el rendimiento y la productividad de su personal, sino también en su bienestar y satisfacción laboral. Un enfoque en las soft skills puede llevar a equipos más cohesionados, resilientes y capaces de navegar eficazmente a través del cambio y la incertidumbre. 

Durante estos últimos meses hemos corroborado que son cada vez más las compañías que consideran el desarrollo de estas habilidades en sus equipos como un acelerador de la transformación. Hemos tenido el placer de trabajar en proyectos que impulsan programas de desarrollo de habilidades soft skill para equipos como motor de la escucha, el empoderamiento, la autogestión y autoconocimiento. Que han creado espacios que invitan a los trabajadores a reflexionar y redefinir la forma en la que se comunican, las dinámicas de feedback, la asertividad, la empatía y la escucha. 

 

El desarrollo non stop de las personas para generar impacto en la sociedad.

Vemos claro que solo aquellas compañías que hagan un uso responsable y sostenible de la inteligencia artificial serán las que tendrán un impacto positivo a largo plazo. Y es que, como siempre sucede, todo es cíclico. En un mundo que será cada vez más tecnológico, estamos convencidos de que las personas volverán a necesitar personas y que aquellas compañías que hayan apostado por el talento humano serán capaces de responder a un paradigma en el que la conexión entre las personas será imprescindible.

Nadie es capaz de imaginar dónde nos va a llevar la inteligencia artificial, de cómo va a revolucionar las experiencias de los clientes y equipos, de las consecuencias profundas – y también positivas – que va a tener en nuestras vidas. Tenemos claro que comprenderla e integrarla en nuestros procesos es sin duda imprescindible, sin olvidar cuál es nuestra responsabilidad y reason why como organización. Sin olvidar que para seguir evolucionando, hemos de empoderar a nuestros equipos.

Y en eso podemos ayudarte: bienvenidos al #developmentnonstop.

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