Se nota en muchas personas y equipos: una sensación de falta de motivación, de desconexión, de no llegar a ese rendimiento de antes. Todo esto puede describirse como languidez, pero no te asustes: puede dejarse atrás recuperando los momentos de socialización, marcando unas pautas de autogestión y con nuevos retos.
Si quieres saber más sobre esta sensación, cómo afecta a personas y organizaciones y, sobre todo, qué caminos hay que seguir para superarla, ¡sigue leyendo!
En el último año, nos hemos familiarizado con multitud de términos sobre virología, pero también de psicología: síndrome de la cabaña, fatiga pandémica, burnout… El más reciente es languidez y no solo es acertado: permite reconocer fácilmente esta sensación, primer paso para empezar a superarla.
La languidez hace referencia al estado intermedio entre la depresión y el bienestar. Se trata de un sentimiento de estancamiento, vacío y ausencia de objetivos que ha llegado a las personas a nivel generalizado tras la angustia vivida durante 2020.
Todos los cambios vividos de manera brusca y la incertidumbre, que aún nos envuelven, contribuyen a esta languidez. ¿Cuáles son sus síntomas o efectos?
Todo esto genera un descenso de la productividad, pero también inicia un círculo vicioso que nos dificulta establecer propósitos para recuperar la motivación.
La languidez encaja también con otra secuela pandémica descrita por los psicólogos: la llamada «niebla mental». Se trata de una función cognitiva pobre que incluye pérdidas de memoria a corto plazo, falta de concentración y una ausencia de creatividad.
El trabajo en remoto ha provocado que las relaciones sean más distantes y que se haya perdido la comunicación informal, lo que afecta a la confianza y a la motivación de los equipos. Todo esto contribuye y retroalimenta las sensaciones de languidez y niebla mental.
Una de las claves para superar esta fase a nivel personal y profesional es saber que lo que sucede es normal: es una sensación común y compartida por muchos equipos. Además, los psicólogos indican una serie de pasos para vencerla que tienen mucho que ver con la vida en las organizaciones:
Las organizaciones deben crear espacios y momentos que devuelvan el «espíritu de tribu» perdido: facilitar las conversaciones casuales, dejar que fluyan las ideas, ayudar a expresar lo que se siente, volver a generar empatía y ganar confianza dentro de los equipos.
Como decíamos antes, el papel de los líderes es crucial a la hora de abordar esta recuperación del compromiso, en facilitar que las personas puedan volver a conectar a nivel personal y emocional para lograr alinear de nuevo al equipo a nivel profesional.
En Ready for People también hemos vivido un año lleno de cambio y de incertidumbre. Nuestras propias experiencias se han transformado para adaptarse a la nueva realidad y para abordar las necesidades que surgen actualmente de las organizaciones.
Por este motivo, contamos con una gran variedad de experiencias basadas en la reconexión, la confianza, la comunicación y el engagement. Haz clic aquí para ver cuáles se ajustan a tu organización y ponte en contacto con nosotras, ¡te asesoraremos encantadas!
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En todos los casos, encontrarás opciones preparadas para vivir de forma online, presencial o híbrida. Todas ellas podrán adaptarse al momento y necesidades concretas de tu equipo y organización.
¿Estáis preparados para dejar atrás la languidez? ¡Es el momento de alinearse y fijar nuevos retos que motiven a los equipos!